Patricia-Gabriela Iordache-Niculescu
Rumanía
Biografía
Comencé a fotografiar a los 30 años, durante un programa de voluntariado de seis meses en Chipre, utilizando una cámara prestada por otro voluntario. Cuando regresé a mi casa en Rumanía, compré mi primera cámara y seguí viajando, documentando las comunidades que encontraba en el camino.
Proyecto
“Delta del Danubio: una década en el crepúsculo.”
En 2016 recibí una beca de periodismo cívico que me llevó a las aldeas remotas del Delta del Danubio, en Rumanía. Mi anfitriona era una anciana de Sfistofca, un pueblo de Viejos Creyentes, descendientes de los rusos que huyeron de las reformas eclesiásticas del siglo XVII y se asentaron allí para preservar su fe y su forma de vida. Hablaban una mezcla de ruso y rumano, una lengua nacida entre dos mundos.
El Delta del Danubio no es solo hogar de varias comunidades étnicas, sino también el delta mejor conservado de Europa, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Hay algo en este lugar que cambia constantemente: a veces sereno y dorado, otras inquietante y violento. Los bosques, las aguas y los cielos pueden transformarse en cuestión de minutos, pasando de bañarte en luz a envolverte en lo que parece casi apocalíptico.
Con los años regresé una y otra vez, a Sfistofca y a Sulina, la pequeña ciudad al otro lado del río, atrapada entre el Danubio y el mar Negro. Muchos habitantes acabaron trasladándose allí, incluida mi anfitriona. Sfistofca empezó a vaciarse, sus casas quedaban atrás como si sus dueños hubieran salido una mañana y nunca hubieran regresado.
Ha pasado casi una década desde que comencé a documentar a los Viejos Creyentes del Delta. Al principio sentí una tristeza silenciosa al ver cómo el pueblo se disolvía, casas derrumbándose, muros convirtiéndose en montículos de tierra. Pero con el tiempo comprendí que no era desaparición, era transformación. Lo que terminaba en Sfistofca renacía en Sulina.
Declaración de Artista
En la lucha eterna entre los hombres y la naturaleza, las victorias van y vienen, pero la guerra nunca se gana del todo.

















